Kenta de repente tiene una madrastra, Hijiri, debido al nuevo matrimonio de su padre. No pasó mucho tiempo para que Kenta, un joven de su edad, se sintiera atraído por el amable e inteligente Hijiri. Un día, su padre decidió estar fuera de casa durante tres días por un viaje de empresa. Kenta estaba feliz de estar a solas con su ídolo Hijiri, pero no sabía cómo interactuar con él.