Tuve un accidente y me lesioné las extremidades. Es una molestia para mi esposa, pero ni siquiera puedo gestionar mi vida diaria sin ella. Un día, un cliente habitual de su trabajo de medio tiempo le entregó a mi esposa una gran suma de dinero. No tuve que devolver el dinero, así que les pedí que salieran a cenar. Para ser honesto, tengo tantas ganas de dinero que no puedo conseguirlo. Pero si acepto este dinero... no será sólo para comida.