Mio se siente sola porque su marido ya no se preocupa por ella y pasa sus días consolándose con juguetes. Hoy, cuando estaba disfrutando de mi rutina diaria de masturbación, vino a visitarme el hijo de mi vecino, Kazuya. Mio, quien fue sorprendida abusando sexualmente, apunta a Kazuya para satisfacer su deseo. Si prometes no decírselo a nadie... haré algo bueno por ti. Cada vez que llego al clímax,