Cuando Hibari, una mujer casada, fue a ver a su vecina por un ruido insoportable, descubrió que vivía en un cuarto de basura. Ella presenta una queja, pero termina siendo arrastrada a una habitación por el invencible hombre de mediana edad. Sin resistirse, la obligan a quitarse la ropa y a torturar sus hermosos pezones, y se detectan sus sensibles zonas erógenas y comienza la dura tortura con palos en los pezones. Después de eso, se la entrena regularmente y los pezones y la tela se frotan.