Como detective, me asignaron grabar el interrogatorio de un violador. Las cosas de las que hablaba el sospechoso me eran familiares... la víctima era mi novia. Mi jefe me regaña por no ser capaz de mantener mi racionalidad y enojarme, y el sospechoso me cuenta con orgullo los detalles del incidente. Al principio ella se resistió, pero le lamió el ano y se lo pidió ella misma, diciendo: Quiero tu polla... e incluso le dio un creampie. La abominación de un amante que ha caído en el placer que te hace querer taparte los oídos. finalmente