No pude evitar desear a mis compañeros de trabajo, así que mezclé una droga en sus bebidas que les impedía contener la orina. Además, cuando trato de impedir que vaya al baño de varias maneras, no puede contenerse y orina en la oficina, ¡con el rostro contraído por la vergüenza! Poco a poco, me sentí extasiado por el primer placer, así que me la follé en secreto.