Cuando le entregué la sensación de estar en un viaje de negocios, me encontré con Mayu, una mujer casada de grandes pechos y ojos algo sencillos pero que de alguna manera emitía feromonas eróticas. Aunque acabo de empezar a trabajar a tiempo parcial como repartidor, por alguna razón me atacan en el destino de entrega. Aunque lo odia, no puede controlar su lujuria diaria y lo acepta. ¡El gerente la miró mientras se cambiaba de ropa y le hizo una mamada y una paja cubana! Si alquilas un baño en el lugar de entrega, podrás lamerle el coñito peludo y dejarlo allí.