¡Ángel serio! ? Las enfermeras de buen corazón nos desafiaron a un juego en el que el dinero del premio aumenta cada vez que eyaculamos. Esta vez, las enfermeras se limitaron a chicas tetonas. Todas ellas escondían algo ridículo debajo de sus batas blancas, con sus maternales tetas de malvavisco. ¡Sigue sacando mis bolas hasta que estén vacías! ¡Y qué coño de ángel!