Han pasado 8 años desde que me casé con mi amado esposo. Los bienes de su marido ascienden a cientos de millones de yenes. Pero esta noche comenzó la traición. Mi marido nunca hubiera imaginado que yo tenía más hambre de un pene en carne viva que de cualquier tipo de compra, más que de cualquier joya. Piernas delgadas y cintura tonificada. Tiene comida cara, alcohol caro y va a un gimnasio personal caro.