Una y otra vez... éramos adictos al pantano del sexo. Aunque sean amigos, al fin y al cabo son del sexo opuesto... Si pasan la noche en la misma habitación, querrán tener sexo. Sé que no es bueno, pero no me sentí mal por eso... Tengo novio...pero es un amigo, pero me gustan sus apodos físicos. Me vuelvo adicta al sexo profundo que es diferente al de mi novio. “Me siento feliz teniendo sexo con alguien más amable que él…” una y otra vez… somos adictos al pantano del sexo.