Para poder educar y guiar rápidamente a sus atribulados subordinados, Akari decide salirse de su liga como jefa. Para despertar a sus subordinados, Akari le enseña a ser una puta, como sentarse en su cara con un gran trasero envuelto en un traje pantalón y hacerle pajas a su jefe mientras susurra palabras lascivas. ¡No solo usa un látigo, sino que también le da dulces a su gran trasero y mantiene motivados a sus subordinados! que molestia