Karen es una mujer casada que dirige un salón de belleza privado sólo para mujeres. Aunque el restaurante abrió hace tres años, el número de clientes no ha aumentado y el negocio sigue en números rojos. Como medida para mejorar el negocio, han decidido aceptar también clientes masculinos. Un día llega el primer cliente masculino. En medio de la alegría y la tensión, el hombre presumió su enorme pene erecto durante el tratamiento. Los ojos de Karen se sienten atraídos por la gran polla del hombre y no puede concentrarse en el tratamiento.