Tuve un accidente de tránsito y tuve que estar hospitalizada durante tres meses. Como me había roto los brazos y las piernas, no podía masturbarme y mucho menos realizar las actividades diarias, por lo que tuve que dejar de masturbarme. Un día, mientras mi hijo sufría, ¡mi padre llevó a su madrastra, que se había vuelto a casar, al hospital! Mi novia me cuida y no puedo evitar tener una erección y ella ve mi polla.