Konatsu y yo somos amigos de la infancia que crecimos en el campo, pero Konatsu odiaba el campo y añoraba la ciudad. Un día, un hombre que es primo de Konatsu, a quien ella no conoce, llega de Tokio y se queda en la casa de Konatsu por un tiempo. Aunque parece frívolo, Konatsu lo mira con admiración mientras vive en Tokio. Quizás por eso me peleé con Konatsu, quien le cortó la falda, y pasé a formar una familia con ella.