Me mudé a un apartamento en Tokio para ir a la educación superior, pero... Pasaba noches sin dormir porque estaba preocupada por los gemidos de mi vecina Rinko que resonaban todas las noches. ¿Cómo podía una persona tan elegante y tranquila hacer una voz tan vulgar y traviesa durante el sexo...? Un día, cuando me sentía exhausto, Rinko-san me invitó a tomar el té... Acercándose con una sonrisa que me derrite, las ganas de jugar conmigo sin piedad