Suzume es buena en su trabajo y goza de gran confianza dentro de la empresa. Incluso en mi vida privada, mi matrimonio fue viento en popa. Un día, Sato, un subordinado al que había estado observando, desarrolló sentimientos pervertidos hacia ella, y mientras trabajaba horas extras, le pusieron un afrodisíaco en su café, volviéndola anormalmente sensible al placer y violándola... A partir de ese día, le miente a su marido, empieza a trabajar horas extras con Sato y poco a poco se intoxica con el sexo...