Yuki, que había dejado la empresa después de un romance en la oficina, recibió la visita de Okazaki, el jefe y casamentero de la pareja en ese momento. Okazaki fue acusado de malversación de fondos y abandonó la empresa, y desde entonces no ha podido encontrar trabajo y su esposa y su hijo se han escapado de él, por lo que viene a pedirle un préstamo a Yuki avergonzado.