Mitani, un colega mío, que siempre se ha ayudado mutuamente desde que se unió a la empresa. Como no pueden dar un paso adelante, son más que amigos pero menos que amantes. Un día, se decidió que Takeda y Mitani, famosos por estar locos, se fueran de viaje de negocios. Además no pasará nada si compartimos habitación, ¿verdad? Estaba preocupada, pero cuando llamé noté que algo andaba mal. ¡No quiero creerlo...! No podía creer que me diera un afrodisíaco y estaba tan emocionada que mi racionalidad quedó impresionada.