No hubo conversación... no hubo sexo... y antes de que me diera cuenta, ya ni siquiera estábamos durmiendo en la misma cama, y nuestra relación se había enfriado. Quería acortar la distancia aunque fuera un poco... pero no había manera de que ese deseo se hiciera realidad, y la pareja vivía como si vivieran juntos. Un día, cuando asistí a una reunión de clase para cambiar de ritmo, me encontré con mi exnovio que había sido transferido al extranjero por primera vez en mucho tiempo. Fingí estar tranquilo, pero bebí demasiado alcohol.