Esta ira... ¡No puedo tener suficiente a menos que me la meta en el trasero! Una preciosa oficinista de culo erótico vino a mi casa a atender una denuncia. Cuando exige una disculpa arrodillándose sobre la mesa... ¡está completamente inmovilizado en una posición humillante! ! Su ano es jugado con dedos y objetos extraños, y su sensibilidad aumenta cuando dice: No me gusta... ! Aprovechando su incapacidad para negarse, le mete la polla y se la folla repetidamente mientras se disculpa.